Un rebrote de coronavirus crece en Francia y desata las alarmas por una nueva variante

La novena ola del coronavirus ha regresado a Francia. Con la llegada del invierno, que se anticipada con nieve y frio para el fin de semana, los especialistas esperan al menos una media de 50.000 casos cotidianos, cuando los franceses han abandonado los gestos de protección, como las máscaras y el gel.

El viernes pasado hubo 48.629 casos contaminados en Francia en 24 horas y la tendencia es en alza.

“Después de tres o cuatro días, las contaminaciones aumentan rápido y fuerte: estamos contabilizando un alza del 30 por ciento en una semana y la tendencia es en alza”, explicó el epidemiólogo Mahmoud Zureik. ”En pocos días llegarán a 50.000 casos diarios”, predijo el profesor de la universidad de Versailles Saint Quentin en Yvelines.

Cómo será el aspecto de esta novena ola es una incógnita. ¿Una olita o un tsunami sanitario, que desborda los hospitales, cuando las admisiones eran de 3.000 personas por día en la pandemia?

Los temores

Es una subvariante BQ 1.1 la recién llegada del COVID. Es la que reina y se desconoce aun la capacidad que tienen las vacunas sobre ella. Pero los especialistas creen que será mayoritaria en enero en Francia.

Ya ha comenzado la quinta vacunación para los que tienen más de 60 años. Las farmacias en Francia están abiertas los domingos y hacen listas de vacunados. Se hace cargo del gasto la Seguridad Social.

La huelga de laboratorios biológicos está complicando el análisis de test cada día de contaminados. Otra medida de fuerza está prevista a partir del 1 de diciembre, que podría crear enormes problemas para el control de la epidemia y los tests.

Las huelgas son una secuela del agotamiento Pos Covid en que quedaron los empleados de esas instituciones, tras la brutal pandemia, su intensidad de trabajo y los bajos salarios.

Sin protección

El problema que enfrentan los especialistas es que la gente se testea cada vez menos y han perdido la trazabilidad. Otros se hacen auto tests y no ingresan a las estadísticas oficiales. Por lo tanto, las cifras reales probablemente sean mucho más altas.

El epidemiólogo Zureik sostiene que Francia ingresa a “un periodo desfavorable, como el de marzo del 2021”. Están en invierno, que es cuando más circula el virus. La tasa de vacunados frente a la cuarta dosis es muy débil. Actualmente se busca vacunar a una población de 18 millones de habitantes.

Son los que tienen más de 60 años y han recibido su última dosis hace más de seis meses. A este ritmo se va a necesitar un año y medio para inmunizarlos.

Al mismo tiempo hay otras dos epidemias que afectan: la gripe y la bronquiolitis, que afectan a los ancianos y a los chicos principalmente. La Agencia de Salud Pública sostuvo que la epidemia de bronquiolitis es la más fuerte en 10 años.

Miles de turistas han llegado a Francia pos Covid y aunque 9 millones de franceses trabajan en teletrabajo para cuidar energía, todos han olvidado los gestos de protección de la pandemia. Usar máscaras, salvo las obligatorias en los hospitales y el dentista, no es la regla.

“La mayoría de la población no los usa más”, alertó el profesor Zureik.

El ministerio de salud iniciará campañas en la radio y la televisión para interesar a la población en la vacunación sobre gripe y Covid.

Otros especialistas recomiendan lanzar ahora los gestos de protección. Ante la llegada de las fiestas familiares, sugieren hacerse un test antes de reunirse, especialmente si hay personas mayores, y un auto test el mismo día.

Evitar hospitalizaciones masivas

La protección se ha banalizado. Nadie recuerda que la máscara protege así como el gel, tanto en los transportes comunes como en el Metro también.Se debe volver a las precauciones. Esto evitará las hospitalizaciones masivas y atenuará la intensidad de la novena ola.

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